El Plan Maestro de Fiscalización para prevenir esquemas de evasión fiscal*
La infraestructura política e institucional actual en materia recaudatoria está orientada a la propuesta del Ejecutivo de no elevar los impuestos; sin embargo, la estrategia desde el inicio de la actual administración ha sido la de reforzar las facultades de fiscalización y comprobación de la autoridad fiscal. Esto se ha logrado a través del Plan Maestro de Fiscalización, mismo que se ha venido implementando desde ejercicios anteriores y ha tenido éxito, por lo que se han diseñado nuevos esquemas y estrategias para el ejercicio 2023, que deben ser analizados
INTRODUCCIÓN
El Plan Maestro de Fiscalización y Recaudación para el ejercicio 2023 es la versión actualizada del de 2022; algunos elementos se repiten y otros se fortalecen. Este plan maestro básicamente se liga a las modificaciones que se han hecho sobre todo en materia del Código Fiscal de la Federación (CFF), es decir, la forma en cómo la autoridad utilizará estas facultades de las cuales ha sido dotada para desempeñar el ejercicio de recaudación y fiscalización durante el presente ejercicio, que, cabe señalar, no ha presentado la creación de nuevos impuestos, pero sí ostenta estrategias para reforzar las multicitadas facultades de la autoridad tributaria.
PLAN MAESTRO DE FISCALIZACIÓN Y RECAUDACIÓN 2023
Es importante que se conozca lo que implica este plan maestro, hacia dónde va dirigido, ya que lo que nos muestra es un marco general respecto de las acciones que la autoridad va a estar llevando a cabo durante este ejercicio 2023 y de qué forma buscará llegar a los objetivos planteados en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF); y no solo alcanzarlos, sino incluso rebasarlos como lo ha conseguido el gobierno actual en los últimos ejercicios, debido principalmente al modelo de fiscalización que ha estado implementando la autoridad desde el ejercicio 2019.
Hay una diferencia sustancial con lo que se conoció en el ejercicio 2022, el cual prácticamente se entendía como un plan más relacionado con los grandes contribuyentes, se segregaba únicamente a operaciones que se realizaban a través de ellos; inclusive, al cierre de ese año, más del 50% provino del ejercicio de fiscalización hacia grandes contribuyentes si se observa la siguiente gráfica:
Fuente: Servicio de Administración Tributaria (SAT). 2022
La entonces titular del SAT, Raquel Buenrostro Sánchez, explicó que en 2021 la recaudación tributaria neta creció 504 mil 288 millones de pesos (mdp), lo que representa un aumento del 2.8% en comparación con 2018, último año de la gestión del Expresidente de la República, Enrique Peña Nieto; en tanto, en el periodo enero-junio de 2022, la recaudación tributaria neta ascendió a dos billones 49 mil mdp, implicando un crecimiento del 2.7 y 8.6% en términos reales en comparación con el mismo periodo de 2021 y 2018, respectivamente.
ÁREAS POR DESARROLLAR
La gran diferencia que se tiene con el ejercicio 2022 es la capacidad de integración o coordinación del plan 2023. Es una acción coordinada, pues ya no solo abarca a los grandes contribuyentes, sino a cuatro áreas que se involucran de manera conjunta durante el proceso del presente año para conducir el ejercicio de facultades de comprobación y de gestión por parte de la autoridad, las cuales son:
- Recaudación.
- Grandes contribuyentes.
- Auditoría fiscal federal.
- Auditoría de comercio exterior.
El plan resalta derivado de los resultados que se han venido obteniendo en materia de negociación con los grandes contribuyentes, cambiando el paradigma del uso del contador fiscal como un medio de elusión e incluso evasión fiscal para conducirse bajo la legalidad.
Recaudación
Los actos de autoridad se orientan a mejorar la recaudación con el objetivo de proporcionar al gobierno los recursos necesarios para financiar servicios públicos esenciales, como educación, atención médica, infraestructura, seguridad pública y protección social. Estos servicios son fundamentales para el bienestar y el desarrollo de la sociedad; además de que los fondos recaudados pueden destinarse a inversiones en infraestructura, investigación y desarrollo, así como a programas de estímulo económico. Estas inversiones pueden impulsar el crecimiento económico al mejorar la productividad, fomentar la innovación y generar empleo.
Los sistemas fiscales progresivos pueden ayudar a reducir la desigualdad económica y promover la equidad. Al recaudar impuestos de manera justa y redistribuir los ingresos a través de programas de bienestar social, un país puede proporcionar un mayor nivel de igualdad de oportunidades para todos sus ciudadanos.
Grandes contribuyentes
Se continúa con el plan de recaudación y negociación de créditos fiscales con los grandes contribuyentes, con el objetivo de lograr convenios que alineen a este sector a retribuir según sus verdaderos ingresos y se vean delimitados a partir de la adhesión de esquemas reportables en el CFF; recordando que estos implican cualquier plan, proyecto, propuesta, asesoría, instrucción o recomendación externada de forma expresa o tácita, con el objeto de materializar una serie de actos jurídicos que genere o pueda generar, directa o indirectamente, la obtención de un beneficio fiscal en México. Situación que era una constante en los procesos fiscales de los grandes corporativos y que hasta la fecha sigue existiendo.
Auditoría fiscal federal
En México, la autoridad fiscal federal se refiere a la entidad encargada de la administración y recaudación de impuestos a nivel federal. En este caso, se trata del SAT, que es un órgano descentralizado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). El SAT es responsable de la aplicación y ejecución de las leyes fiscales en México, incluyendo la recaudación de impuestos, como el impuesto sobre la renta (ISR), el impuesto al valor agregado (IVA), el impuesto especial sobre producción y servicios (IESPYS), entre otros. Su principal objetivo es garantizar el cumplimiento voluntario de las obligaciones fiscales por parte de los contribuyentes y combatir la evasión fiscal.
Auditoría de comercio exterior
En el plan se hace referencia a la gestión de autoridad, donde las autoridades tributarias buscan que el contribuyente cumpla de manera voluntaria sus obligaciones, significando una mayor rentabilidad en la labor de fiscalización con menor esfuerzo y mejores resultados.
Una de las herramientas más importantes para lograr lo anterior es la “autocorrección” como alternativa del contribuyente para cumplir sus obligaciones fiscales aduaneras, obteniendo la ventaja de evitar el pago de multas o de pagarlas de manera reducida. En este punto, las operaciones aduaneras pueden ser objeto de rectificaciones, regularizaciones o correcciones normadas por diversos dispositivos legales contenidos en la Ley Aduanera, su reglamento y las Reglas Generales de Comercio Exterior (RGCE).
PLAN MAESTRO DE FISCALIZACIÓN PARA PREVENIR ESQUEMAS DE EVASIÓN FISCAL
Las anteriores fueron las áreas pragmáticas en las que se aplica el plan maestro; sin embargo, el plan maestro se desarrolla a partir de la estrategia coordinada que contempla cuatro elementos tácitos, que son:
1. La gestión de autoridad:
a) Acompañamiento al contribuyente para el cumplimiento voluntario.
b) Vigilancia para incentivar la regulación de contribuyentes omisos o que presenten diferencias en sus obligaciones.
c) Optimización del proceso de recuperación de créditos fiscales.
d) Coordinación con entidades federativas.
2. Acciones de fiscalización:
a) Combate a esquemas de evasión que involucren a empresas “factureras”.
b) Revisión de esquemas de evasión de compañías que involucren empresas “nomineras”.
c) Incremento en operativos carreteros y almacenes para combatir el contrabando.
d) Análisis y programación de partidas atípicas de ingresos y gastos.
e) Fortalecimiento a revisiones de operaciones de comercio exterior, principalmente en importaciones temporales y verificación de origen.
f) Publicación de tasas efectivas de los ejercicios 2020 y 2021.
3. Mayor atención en la revisión de los contribuyentes:
Esto implica un estudio de las 16 actividades económicas que requieren de una mayor fiscalización e incluso supervisión de la autoridad tributaria debido a su calidad y características en el manejo de cantidades fuertes de dinero; estas son:
a) El sector acerero.
b) Alimenticio.
c) Automotriz.
d) Bebidas y tabaco.
e) Comercio.
f) Construcción.
g) Electrónicos.
h) Energético.
i) Entretenimiento
j) Farmacéutico.
k) Minería.
l) Servicios inmobiliarios.
m) Sistema financiero.
n) Tenencia de acciones.
o) Telecomunicaciones.
p) Turismo/hotelería.
4. Revisión de conceptos clave y conductas críticas:
Derivado del desglose y la segregación de los tipos de ingresos, gastos, costos y demás conceptos contables, la autoridad requiere de una fiscalización de estos conceptos y conductas críticas, identificando:
a) La aplicación indebida de saldos a favor.
b) Las cadenas de suministro en el sector de hidrocarburos (huachicoleo).
c) El acreditamiento del IESPYS.
d) Las pensiones.
e) Los exentos en nómina y simulación de prestación de servicios especializados
f) Las devoluciones.
g) La tasa del 0%, no objeto y de importación temporal.
h) La subvaluación en operaciones de comercio exterior y uso indebido de tratados.
i) La verificación de cumplimiento de certificaciones IVA-IESPYS.
j) Los derechos mineros.
k) Las reestructuras corporativas.
l) Los efectos fiscales en escisiones y fusiones.
m) Los socios y accionistas (personas físicas en operaciones asociadas a reestructuras).
n) Las pérdidas fiscales.
o) Los Regímenes Fiscales Preferentes (Refipres).
p) Los financiamientos, capitalización de pasivos y distribución de utilidades.
q) Los pagos al extranjero y reestructuras internacionales.
r) Los fideicomisos.
De esta manera, la autoridad prevé un acompañamiento mucho más minucioso a los contribuyentes (formales) para el cumplimiento voluntario en el pago y liquidación de créditos fiscales, así como en la prevención de esquemas reportables, o cualquier tipo de acto que implique la elusión o evasión de impuestos; fomentando así el cumplimiento voluntario a la par de optimizar los procesos de recuperación de créditos fiscales.
CONCLUSIONES
La estructura tributaria que se maneja actualmente en México no es de generación espontánea, es decir, no se creó de la nada, sino que es el resultado de un proceso de digitalización, actualización, dotación de facultades de comprobación y fiscalización a la autoridad tributaria. Esto le permite en la actualidad desempeñar actos y actividades que ya no solamente están plasmadas en las leyes tributarias, sino que incluso ya existe toda una infraestructura de institución y tecnología dirigida a triangular las operaciones comerciales, no solo de los grandes contribuyentes, sino también de diferentes sectores de la actividad económica que se caracterizan por aplicar mecanismos de elusión y evasión fiscal, liderados por grandes firmas de contadores y abogados fiscales que han sido delimitados a partir de la publicación del Título Sexto del CFF, que implica la revelación de esquemas reportables; presionando a las grandes empresas a responsabilizarse de sus créditos fiscales a partir incluso de negociaciones con la autoridad tributaria.
El Plan Maestro de Fiscalización para el ejercicio 2023, es precisamente otro de los mecanismos integrados por varias estrategias, dirigidas a evitar que se produzca cualquier tipo de esquema que represente un delito de defraudación fiscal, ya sea por error, omisión o de manera dolosa, por lo que su estudio es forzoso y sus implicaciones en los procesos productivos deberán alinearse a las estrategias de fiscalización presentadas año con año en el presupuesto de ingresos. •
*Artículo publicado en la Sección “Análisis y Opinión” de la revista Puntos Finos, No. 336, julio 2023.
Autor: Mtro. Franklin Martín Ruiz Gordillo, Socio Director de Legal Compliance and Business Integrity
Autor: Mtro. Marcelo Flores Serna, Socio Fundador de Legal Business Management México
